lunes, 25 de febrero de 2013


Aportación al conocimiento de un tejido olvidado: el aceituní.

Con la intención de retomar las publicaciones en este blog, he decidido ir incorporando algunos artículos que en realidad son borradores de lo que con posterioridad irá apareciendo en el blog del Diccionario de Indumentaria.
También: azeytuní, zeytoní, zaytoní, aceytuní, açeytuní, azeituní, azeytuní, azeytuný; azaytuní, acetuní, azetuní; zeytuní, seytuní, zetuní, setuní, zeitín.
En valenciano: çeytoní, atzeytoní, atzeytuní.
Del árabe azituni, procedente de Tseu-tung, Zayto, Zayton o Zaytum, antigua ciudad de China, que hoy se llama Tsiuan-chu-fu o Tsuan-cheufu. Era una tela rica de seda labrada que se traía de Oriente y de gran renombre durante la Edad Media.

La RAE, no recoge la entrada hasta1817 y lo hace erróneamente, ya que dice: Lo que tiene color de aceituna, también aceituní. La coincidencia fonética con aceitunado (color), hizo que ya llevaba bastante tiempo sin uso, se le confundiera por ignorancia con dicho color. Esta confusión se inicio muy tempranamente, ya que lo hacen: Oudin en 1607; Vittori en 1609, Covarrubias en 1611, Minsheu en 1617 y Stevens en 1726.

Dentro de toda esta confusión en diccionarios y glosarios, Leopoldo de Eguilaz y Yanguas en1886, publica su Glosario etimológico de las palabras españolas. castellanas, catalanas, gallegas, mallorquinas, portuguesas, valencianas y vascongadas de origen oriental (árabe, hebreo, malayo, persa y turco), en el que si que tiene claro que se trata de un tejido y además sus características: Conocido el origen del vocablo aceituní , ni ha de tomarse como denominación de una vestidura, según quiere la Academia, ni en significación de color de aceituna, sino en la de una estofa de terciopelo de seda o de raso de diversos colores, con la cual se hacían toda suerte de vestiduras.

Curiosamente el valenciano Joaquín Martí Gadea, probablemente por influencia de Eguilaz, con el que mantenía una buena relación, si que registra el término como nombre de una tela, aunque eso si, la limita a un raso de seda: Çeytoni, satén, rico paño de seda de varios colores.

Como vemos tanto Eguilaz, como Martí Gadea, ven la posibilidad de que el aceituni sea un raso, pero en ninguno de los documentos que he estudiado aparece como tal. Siempre aparece como un terciopelo. 1546. Inventario de  García de Vera, escribano. Trans Anastasio Rojo Vega: Un sayuelo de terçiopelo azeituni. 1546. Testamento e inventario de Juan de Monteser, contador de S.M. Trans Anastasio Rojo Vega: Mando a la yglesia de nuestra señora santa maria la sagrada donde me mando sepultar la casulla con que se dize misa en mi casa ques de terçiopelo negro azeituni con çanefa de brocado cortado con todo el aparejo que tiene para dezir misa. En algún caso como pelo, como aparece en la Historia genealógica de la Casa de Lara: justificada con instrumentos y escritores de inviolable fe (1696), escrita por Luis de Salazar y Castro: Otra casulla negra de acetuní pelo, con una cenefa de brocado, que dio la Señora Doña Juana Manrique.

Otra característica era que el terciopelo podía hacer muestras o labores, como nos indican los documentos de a continuación. 1545. Inventario de bienes muebles del cardenal Tavera. Trans Anastasio Rojo Vega: Un ornamento de raso morado que tiene frontal y frontaleras el frontal de raso morado y de azeituni morado de labores con una cruz en medio de tela de oro y las frontaleras del mismo azeituni morado con unas veneras y cruzes de tela de oro  bordadas y una casulla de rraso morado con la çenefa de terçiopelo morado. Libro de las cosas que estaban en el Thesoro de los Alcázares de Segovia en poder de Rodrigo de Tordesillas. Hísole Gaspar de Grieto por mandado de la rreyna Catholica el mes de noviembre del año pasado de 1503 años. Transcripción de Margarita Cantera Montenegro. El dia15 septiembre de 1465, se entrega a la iglesia de Santa Maria la Mayor de Segovia entre otros tejidos: Diez varas de seda aceituni de labores verde. Diez varas de seda aceituní azul. Veintiséis varas de seda aceituní prieta de labores. Catorce varas y media de seda aceituni de labores azul. Trece vara y tercia de seda aceituni pardillo de labores. Trece varas y media de otra seda aceituní prieta de labores. Cinco varas de seda aceituní pardillo. Dos varas de seda aceituní morado. Tres varas de seda aceituni morado de labores.

Por supuesto el hecho de llevar labores, propiciaba que los alfayates tuviesen que tener cierta pericia a la hora de cortar las ropas, y de esto nos informan las Ordenanzas Sevillanas de 1527: Mandamos que las ropas ... de brocados o de sedas damascos azeytuníes o chamelotes o terciopelos ... que vayan las labores arriba cortadas y concertadas.

Sobre estas muestras o labores, tengo que decir, que en algunos casos se citan como villotados o vellutado. De este vocablo por el momento no tengo muy claro su significado, pero todo me hace pensar en dos posibilidades. Primero que signifique anillado, es decir que derivaría de vellón, tratándose pues de un terciopelo al que no se le ha cortado el pelo de la anilla. La segunda posibilidad, es  que se tratase de un terciopelo velludo en ambas superficies, y que son entonces de dos derechos, y asimismo de dos colores opuestos, el uno de un lado y del otro, concibiéndose que esto puede suceder fácilmente, puesto que como el color depende del pelo, cada urdimbre que lo produce puede presentar un color diferente.

Hacen referencia de esta característica de vellutado los textos de las Coronaciones de los Serenissimos Reyes de Aragón, escritas por Jerónimo de Blancas y Tomás, hacia 1585: A los unos dio paños aceytunís villotados muy ricos con oro, e otros aceytunís sin oro, e a otros damascos. Y en Juan de Pineda (1513-1593) y Pedro Rodríguez de Lena, recopiladores del Paso honroso de Suero de Quiñones. Suero de Quiñones salió en un caballo fuerte con paramentos azules, bordados de la devisa y fierro de su famosa empresa, y encima de cada devisa estaban bordadas unas letras que decían: “Il faut deliberer”. Y él llevaba vestido un falsopeto de aceituní vellud vellutado, verde brocado: sus calzas eran de grana, italianas, y una caperuza alta de grana, con espuelas de rodete, italianas, ricas doradas, en la una mano una espada de armas, desnuda dorada. Estas obras son las ultimas que conozco que citan el terciopelo aceituní. Además, se trata de obras de recopilación de hechos anteriores y se escribieron en una época, en que el tejido, probablemente ya no estaba en uso.

Las labores podían se brocadas, de esto nos informan los siguientes textos. El Marqués de Santillana (1398-1458), en un decir narrativo de Triunphete de amor, nos describe a unos pajes: Vestían de azeytuní cotas bastardas, bien fechas, de muy fino carmesí raso, las mangas estrechas. Y en uno de sus Cantares: sus ropas bien asentadas, de azeytuni quartonadas, de filo de oro brocado. La Crónica del serenissimo rey don Juan el segundo deste nombre, de Hernán Pérez de Guzmán, describe la entrada del infante: El infante entró en Sevilla encima de un cavallo castaño muy grande muy hermoso, a la brida, armado de cota, braçales, vestido de un azeytuní brocado de oro.

Hay un documento que provoca un poco de desconcierto, ya que habla de zarzahan aceituní, pero pienso que debe de tratarse de un simple error de escritura, ya que en principio no tienen ningún parecido estos dos tejidos, pues el zarzahan es un tafetán listado de colores. 1543. Inventario de  don Juan Manuel, del consejo de estado,  caballero del toison, señor de Belmonte y de Cevico de la Torre: una casulla de aceituni verde  con unas cortaduras de damasco blanco y un frontal de çarçahan aceituni negro. Seguramente el escribano olvido colocar una e entre los dos tejidos.

Al parecer el tejido, en un principio era importado de Catay, nombre que recibía durante la época una buena parte de la actual China y que como hemos visto es la que le da el nombre, de ello nos da referencias una de las obras que mas mencionan este tejido, es La embajada a Tamorlán, que en las versiones posteriores se llamó Historia del gran Tamorlan, e itinerario y narración del viage, y relación ... Escrito por Ruy González de Clavijo. En la versión de 1582, se utiliza el termino zeytuni, en cambio en la de 1782 (300 años después), se utiliza el de setuni. En una ocasión se utiliza el de sutimí, que pienso que se trata de en simple error de la impresión. Veamos a continuación citas de la mencionada obra:
E el Señor tenia vestidos unos paños de sutimi azul con unas brosladuras de oro, é en la cabeza tenia un sombrero alto, é en él cosas de alxofar, é piedras, é encima del sombrero tenia un castillejo de oro en el bubalax, é del castillejo descendían dos trenzas de cabellos….
E otrosí, esta ciudad es muy abastada de muchas mercadurías que á ella vienen de otras partes la de Ruxia é de Tartaria van cueros é lienzos, é del Catay paños de seda que son los mejores que en aquella partida se facen señaladamente, los setunis que dicen que son los mejores del mundo, é son los mejores los que son sin labores.
Los embajadores las cosas que tenían que las querían ver é en tal son y con tal soberbia lo decían que se lo ovieron de dar é desque lo tovieron ante si tomaronles ciertos paños de setunis é camocanes del Catay, é una ropa de escarlata, é otras cosas, é dixeron que el Señor mandaba tomar aquello por quanto lo avia en aquella tierra tan bueno pero se lo mandaría pagar, é como esto ovieron fecho cabalgaron é fueronse.
E luego junto con esta dicha cerca estaba otra que era de un paño de setuni blanco sin labores, otrosí con su portada é ventanas según esta otra, é dentro en ella avia tiendas de muchas maneras, é estas dos cercas avian puertas que se pasaban la una á la otra.

Mas tarde comenzaron a imitarse en muchos lugares, entre ellos el principal fue la ciudad de Florencia. En España su producción parece que se centró en Toledo, donde el Arte Mayor de la Seda de dicha ciudad solicitó y obtuvo la aprobación y confirmación de sus ordenanzas en 1533 por Carlos I, en las cuales se indica que el aspirante debía ser examinado del arte sabiendo hacer los siguientes tejidos: brocado altibajo, aceituní, terciopelo doble, terciopelo sencillo, damasco, raso, tafetán, sarga y fusseda. Posteriormente, las ordenanzas de 1552, establecen que Los terciopelos doblados azeytunýes, en peyne de veynte y una ligaduras.

Con la segunda mitad del siglo XVI, el tejido pierde el calificativo de aceituní y seguramente es uno de los terciopelos anillados o de dos caras que han continuado produciéndose hasta la actualidad.

Una obra que cita muy a menudo el aceituní, el anónimo en 1513, seguramente valenciano y que gira alrededor del personaje valenciano Flamiano, titulada Question de amor.
Vino el señor Alarcos de Reyner cô un sayo de raso amarillo y azeytuni morado con unas tiras de tres en tres de la una seda en la otra puestas a escaques por los girones, un capuz morado forrado de raso amarillo con una letra que dezia.…
Salió Esclaviano de la Torre a la gineta con una marlota nesgada de raso leonado y  azeytuni negro; una capa leonada toda guarnecida de muchos lazos moriscos de oro y de grana; con vn rico jaez delas colores, con una letra bordada en torno de la marlota y del capuz….
Don Geronimo Lloriz llevo quatro cavallos de su persona; uno con unas cubiertas dazero; otro con sobrecubiertas y sayo de azeytuni negro y de brocado hecho a puntas….
Sacó Flamiano una ropa de azeytuni carmesi forrada en damasco encarnado con unas laxas muy anchas de raso blanco sobrel azeytuni, cubiertas de cuentas de oro esmaltadas de las que se ponen por señales en los rosarios.…
Fermines de Mesano fecho a escaques de azeytuní leonado y raso blanco con una P, cortada del terciopelo leonado en cada scaque blancoy una F de raso blâcoen el leonado….

Pedro Tafur. (1410-1487), en su obra las Andanças é viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo, utiliza el termino açitimí: Me dio el Soldán una ropa ...la qual era de açitimi verde o colorado, labrada de oro.

Centrándonos en el tejido, el primer documento que conozco que lo mencione, es el testamento de don Alonso Martínez de Olivera de 1302: Mando que den al dicho Juan de Silvera un caballo de los míos y la mi uca de azeituní argentada. Seguramente el nombre del beneficiado, está mal transcrito, ya que en otra parte del documento dice Silva en lugar de Silvera.
Se trata pues de un tejido de gran calidad y de mucho aprecio en su época. En toda la documentación estudiada, podemos ver que era utilizado por personas de posición, en sus vestidos, en paramentos de cama, ornamentos litúrgicos y en guarniciones de caballerías.

Del proceso de divorcio  de D. Fabrique de Castro, Conde de Trastámara y de Lemos y Duque de Arjona con Doña Aldonza de Mendoza, he extraído un fragmento que narra un pasaje del almirante D. Alonso Enríquez y de su mujer doña Juana de Mendoza, donde la duquesa comenta que el azeytuní no es tela apropiada a la gente baja:
Pero en el camino aun había tenido que sufrir la infeliz señora otro disgusto. En Moraleja de los Panaderos, su camarera Mencía de Medrano perdió una bolsa llena de doblas. Encontróla un mozo de espuelas del Duque, y quitósela Juan de Perea, que empezó á gastarse el dinero. Dos días después el Duque dijo á la Duquesa: «¿Sabes cómo ha fecho Dios merced á Juan de Perea que no tenía qué gastar? Falló un mozo una bolsa de aceituní, y como no le había dado dineros, gástase de ellos.»
Entonces la Duquesa mandó á Juan Fernández de Roa á decir al Perea que bien sabía que en las aldeas no andaban bolsas de aceituní por casas de labradores, y que de allí no partiría hasta recobrarla.

En definitiva, fue utilizado para múltiples usos, pero siempre como una tela lujosa.
En un documento incorporado al legajo 402, del Archivo Real de Simancas, que hace referencia a donaciones de paños a moros y algunos cristianos granadinos, con motivo de la conquista de Granada, vemos que es un tejido que aparece con mucha frecuencia. Las donaciones reales de artículos textiles, se producían constantemente, en las Cuentas de Gonzalo de Baeza, se relacionan miles de donaciones. De alguna manera simbolizan el agradecimiento de los reyes al beneficiario, por algún servicio prestado a la corona, sin que por ese resultase humillante para el beneficiado. Veamos a continuación solo las que hacen referencia al tejido que estamos comentando. Todas ellas se pagaron a los mercaderes que las suministraron: Diego de la Fuente y Alonso de la Torre entre 1490 y 1492:
Para la muger del cabdillo de Baça, diez varas de aceituní morado y diez varas de aceituní verde a 1350 mrs la vara.
AYuça Barbax: ocho varas de aceituní verde a 1350 mrs la vara.
A la muger del alguacil Audiledin: ocho varas de aceituni morado y ocho varas de aceituní verde a 1350 mrs la vara.
Al alguacil de Purchena, seys varas de azeytuní verde a 1.350 mrs
En Jahen para Alnayar y su hijo y su sobrino, dieciocho varas de zeytuní morado de Florençia y siete varas e media de zeytuní verde de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
Para Vanegas, seys varas de zeytuní morado de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A Adulazis y al Çaragoçí, que truxeron el presente del cabdillo de Guadix, doze varas  de aceituní verde de Florencia y dos varas e media de zeytuní morado de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A Mahomad Alcahal del caudillo de Guadix, dos varas e media de zeytuní verde, a 1.350 mrs la vara.
A Adargame, çinco de zeytuní verde de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A Muçey y el Valençí, a Artaman, Abenomar y Alocaybo para sus mujeres, quinze varas de aceituní verde de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A Alí Gibor, tres varas de aceituní verde de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
En Écija, a Yuça Barjus, ocho varas de aceituní morado de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A los infantes diez varas de aceituní morado de Florencia, para dos aljubas, a 1.350 mrs la vara.
Yuça de Mora, ocho varas de aceituní morado y verde de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
Al caudillo de Baza, diez varas de zeytuní azul de Florencia, a 1.350 mrs la vara.
A Aben Comija, seys varas e terçia de zeytuní carmesí, para un sayo, a 3.000 mrs la vara y dos varas de zeytuní verde de Florencia, para un jubón, a 1.350 mrs la vara.
A Hamete Almaçof, embajador de Alí Barrax, seys varas e terçia de zeytuní verde a 1.350 mrs la vara y dos varas e una quarta de zeytuní morado, para jubón, al mismo precio.
A Bençalema, moro que era mayordomo del rey que fue de Granada, nueve varas de azeytuni morado, para sayo y jubón, a 1.300 mrs la vara.
A Baeça, seys azeytuní morado de Florencia, a 1.350 mrs la vara y quatro de zeytuní carmesí, a 2.800 mrs la vara.
Al alcaide de Baça, dos varas e media azeytuní verde, a 1.350 mrs la vara.
A su hijo del cabdillo, dos varas de azeytuni verde, a 1.350 mrs la vara.
Se dieron al ynfante moro y a Martín de Alarcón en su nombre las cosas syguientes para su vestuario: Dos varas e quarta de azeytuní carmesí, para media marlota; dos varas e quarta de azeytuní blanco de Florencia, para otra media marlota a 1.350 mrs la vara.
A Xica Abrahen, dos varas e media de azeytuni verde, para un jubón y seys varas e media de azeytuni colorado, a 1.350 mrs la vara., para un sayo
A Vanegas, ayo del dicho ynfante, quatro varas de azeytuni colorado, para media aljuba y otras quatro varas de azeytuni verde, para otra media aljuba a 1.350 mrs la vara.
Para enviar al rey moro, diez e nueve varas de azeytuni carmesí, a 2.800 mrs la vara.

De estas donaciones, podemos sacar algunas conclusiones: Primeramente que la procedencia del aceituní, era invariablemente en todos los casos en que se especifica de Florencia. Segundo, que el precio era en todos los colores de 1350 maravedis por vara, excepto cuando era de color carmesí, que sobrepasaba el doble, ya que era a 2800 o 3000 mrs. Y finalmente, que para un jubón o media marlota de la época, podían entrar en la confección entre dos varas y dos varas y media; para una media aljuba cuatro varas y para una entera cinco; para un sayo seis varas y media.

Como no hemos relacionado las donaciones de otros tejidos y para poder establecer una relación del valor del aceituní, comparándolo con otros tejidos, diremos que los rasos y los damascos de colores normales oscilaban entre 500 y 700 mrs y los rasos carmesí 1400 mrs; las granas de seda entre 1200 y 1800; Los terciopelos de colores excepto el carmesí, entre 800 y 1100 mrs y el carmesí entre 2700 y 2900 mrs; los brocados de raso entre 5300 y 5800 Mars; los brocados de pelo 11000 mrs. Así pues, se trata de un tejido valorado al mismo precio que los terciopelos más caros.

En dotes de moriscos granadinos transcritos por Melle Florence Lecerf, se cita a menudo esta tela y podemos ver que con utilidades muy diversas:
Monachil, Granada. Dote y arras de Juan Jiménez el Catin y María Venegas, mercader de paños. A de P. G. P 120, Fol. 377r-381v. 1561. Dos colchas de seda la una de terciopelo carmesí azeytuni con las cercaduras de tafetán dorado e la otra de zarzahan (sic), la faz con las cercaduras de tafetán verde, en quarenta e cinco ducados. Otra marlota de terciopelo carmesí e azul azeytuni con su cayrel de oro y botones de aljófar por la delantera y con labor de aljófar en las boca mangas, nuevas, en cinquenta ducados.
Granada. Dote y arras de Miguel López el Feri y Maria Raguia. Mercader. A de  P. G. P nº 131, Fol. 157r-164r. 1563. Una marlota de seda damasco negro e un par de mangas de terciopelo carmesí azeytuni, algo usadas, y la marlota con sus botones de aljófar, en diez ducados. Otras siete varas de terciopelo azeytuni carmesí e verde con que se hizo una marlota, en veynte e seys ducados. Otras siete varas de terciopelo carmesí azeytuni con que se hizo un pelote, en veynte e seys ducados.
Granada. Dote y arras de Alonso García Hemández e Isabel de Guzmán, labrador. A de P.G. P nº 240, Fol. 155r-161r. 1582. Quatro coxines los dos de terciopelo carmesí azeytuni e los otros dos con las caras de almohadas moriscas cerradas de labor de colores la una cara, nuebas, en veynte ducados.

Lo mismo ocurre en el inventario de doña Juana de Castilla (la Loca), transcrito por don José Ferrandis.
Dos paños, cada uno de siete piernas de azeituni verde e damasco blanco son los dichos dos paños con el dosel del oratorio susodicho e con el frontal tiene el dicho dosel e delante altar e paños aquinet.
Un pedaço de ropa que tiene dos quartos traseros que pareçe que fue de capilla de yglesia de azeituni negro tiene por el ruedo tres varas escasas.
Otra servillera forrada de brocado azeituni azul viejo roto e con un collar dello mismo en dos pieças.
Quatro almohadas de azeituni morado viejas cada una cayrelada de grana morada con borlas dello mismo e las unas no tienen borlas cada una dentro una funda de lienço blanco.
Otras dos almohadas de azeituni azul cayreladas de seda azul llenas de lana viejas.
Otra vandera pequeña de azeytuni verde viejo con unas flocaduras azules.
Un jubón grande de brocado negro pelo que tiene la mitad de la falda de hustan negro viejo roto con el collar de azeituni negro.
Otro tal carniel de azeituny azul de dos bolsas con una guarnición de latón.
Una silla desguarnecida de madera forrada en azeituni verde vieja rota de asentar.
un libro de Romance de papel que son las eneidas del Virgilio glosado un pedazo de don enrrique de Villena con unas coberturas de tabla guarnecidas en carmesí azeituni de pelo con unas flocaduras alderredor de oro e seda verde bordadas en la una parte las armas de diego arias con unos texillos verdes de cobre dorado.
... otro libro que era luzero de la vida xpiana en papel y de molde las cubiertas de azeytuni verde aforrado de çetí carmesí cayrelado de oro.
El covertor de esta cama, tenia mas la dicha cama un cobertor de azeituni carmesí de seis piernas cada una de quatro baras e media escasas sin una orla que tenia en la delantera y pies del dicho terciopelo verde altibaxo de una quarta de ancho escasa de una pulgada todas las pieças desta cama aforradas en leonado e negro tenia mas la dicha cama dos corredizas de tornasol colorado y verde de quatro piernas e cada pierna de quatro baras e media de largo con sus presillas de latón.
... otras tres cortinas de tornasol carmesí cada una de dos piernas é quarto de otra de dos baras e tercia de largo escasas las quales según dixo el dicho camarero heran aforro de otras cortinas de azeytuni carmesí.
... otro doser de alti baxo carmesí de tres piernas cada una de çinco baras e quarta en largo y las goteras de lo mismo a dos hazes todas ellas con sus flocaduras de latón e seda y tenia el dicho doser sus apañaduras de azeytuni verde todo alrrededor de una quarta de ancho y estava aforrado en bucaran colorado.
... otro sitial de azeytuni carmesí de tres piernas cada una de tres baras en largo y tenia unas apañaduras alrrededor de brocado rraso negro de anchor de un palmo y estava aforrado en lienço negro.
... doze almuadas de estrado la una haz de azeytuni carmesí e la otra de azeytuni azul con sus borlas e botones de oro e grana e azul cayreladas del mismo oro y sedas del anchor de la seda de bara escasa de largo.
... dos almoadas de sitial de azeytuni carmesí de bara en largo que tenían anbas tres borlas.

En la carta de dote, otorgada por Alonso Sánchez de Cepeda (padre de santa Teresa) á favor de su primera mujer Doña Catalina del Peso en 1507, aparecen:
Un sayuelo de azeytuni, y a las barras un poco de tafetán amarillo, guarnecido del cuerpo de buen colorado.
Un encosecillo de azeytuni negro, guarnecido en un caracolado.
Un mongil de azeytuni negro.
Una saya con sus cuerpos de aceituny negro y guarnecido en raso colorado, y en las mangas vuelto en lo mismo.
Un paletoque mío, sin mangas, de aceytuni negro.
Unas mangas de carmesí aceytuni, de sayo, mías, nuevas
Otras mangas de aceytuni negras.

Memorial de los bienes que fueron del ilustrísimo señor don Joan de Aragón, arçobispo de Çaragoça, que fueron fallados en la guardarropa de las casas archiepiscopales. Prot.  del año 1521. A H P de Zaragoza. Transcrito por Juan Moles.
Ítem fasta tres baras de azeytuni morado.
Hun dosell de azeytuní carmesí con franjas de seda de grana con su çielo de lo mesmo.
Otros paramentos de la mesma cama de azeytuní negro y raso negro sobrecielo, quatro cortinas de lo mesmo forradas en tafetán.

En la Visita del abad fray Alonso de Santoyo a la capilla de la Cruz de Santa Maria de Najera en el año 1514. A.H.N.-Clero- L 5892. Transcrito por Margarita Cantera Montenegro.
Una casulla de terciopelo aceituní bordeada de follaje de oro con su buena cenefa; una casulla medio de brocado y medio de terciopelo aceituní; una casulla de aceituní bordada; una casulla de aceituní violada con cenefa de brocado; un alba bordada, con su estola, manipulo y cinta, con su amito, la estola y manipulo de aceituni de pelo; casulla, estola y manipulo, colorada con su cenefa de aceituní violado.

Pedro Hernández de Villaumbrales (s XVI)
Peregrinación de la vida del hombre.

La más antigua dueña vestía ropas negras. Sobre su tocada cabeça tenía una corona de palma. En la derecha mano un cuchillo y en la siniestra una ciudad, con una letra por ella que así decía: Con correción y castigo moderado se gobierna gran poblado. La otra honesta dueña vestía paños aceitunís aforrados en raso carmesí. Su cabeça rodeaba una corona de laurel. En sus manos tenía un libro con un dicho que en esta forma decía: Las villas y las ciudades con gobierno rige la ley del cuaderno.
Todo lo que pedís y más os diré yo. A mí llaman la Razón Natural. A este anciano que está a mi diestra mano llaman Entendimiento y al de la siniestra, juicio. El hermoso niño ha por nombre Ingenio. La dueña del cuchillo y ciudad es la Gobernación. La de las ricas ropas aceitunís se llama Ley. Pues has oído mi nombre, quiero te decir la causa de mi camino.

Anónimo. Atribuido a Lope de Barrientos. (1382-1469)
Abreviación del Halconero.

Estos venían a tan bien guarnidos assi de sus personas como de cauallos e pages, que homes que aquellos vieron dixeron que nunca en Castilla gran tiempo vieron otros tan bien guarnidos. Ca todos los más venían bordados de aceytuni e de argentería: e de la manera que ellos venían assi venían sus pages. venían delante del dos negros con sendos lebreles: el uno traya vn venablo, el otro una lança de xorez. Salieronle a recibir el Rey de Nauarra e el infante y el almirante don Alonso Enríquez el conde de Castro el conde de …

En la actualidad resulta prácticamente imposible identificar físicamente el tejido llamado aceituní, tan solo me queda la esperanza de poder estudiar las cubiertas de la llamada Biblia de Alba. Esta biblia conservada en la biblioteca de los duques de Alba y otro libro del cual desconozco el paradero, serian los dos únicos testimonios que podrían arrojar luz sobre las características de este terciopelo llamado aceituní. Con referencia a la Biblia de Alba y el de las Ordenaciones de Pedro I de Aragón, hay que decir que formaban parte del tesoro de Enrique IV en el alcázar de Segovia. 1465-1475, y que se relaciona la cuenta de Rodrigo de Tordesillas: Archivo General de Simancas, Contaduría Mayor de Cuentas (1ª época), leg. 84, transcrita por la Dra. Cantera Montenegro.
Biblia escrita en pergamino, en romance, glosada e historiada, que mandó hacer el maestre de Calatrava don Luis de Guzmán; es grande y guarnecida de aceituní carmesí y de plata dorada, con las armas de dicho don Luis;
Libro escrito en pergamino, en romance de lengua aragonesa, de las ordenaciones hechas por el rey de Aragón don Pedro primero sobre el regimiento de todos los oficiales de su corte, con unas cubiertas de aceituní colorado, con unas pajarillas brocadas de plata;

Durante los siglos XVII y XVIII los autores no hacen utilización del vocablo aceituní, siendo a mediados del XIX cuando se recupera. Mariano José de Larra, en su novela histórica de El doncel de Don Enrique el Doliente, para vestir a Hernán Pérez, copia literalmente el vestido de Suero de Quiñones: Traía Hernán Pérez vestido sobre su arnés blanco, como de caballero novel, sin empresa ni mote, un falso peto de aceituní vellud bellotado, verde brocado, con una uza de brocado aceituní vellud bellotado azul, calzas de grana italianas, una caperuza alta de grana y espuelas de rodete italianas; llevaba sus arneses de piernas y brazales con hermosa continencia.
Amos de Escalante. (1831-1902) en Costas y montañas : diario de un caminante, lo utiliza como color: Los cabellos de la princesa, rubios, espesos y rizosos, dan su tono transparente y ambarino al lienzo; en torno de aquella áurea diadema vaporosa y crespa, más vaporosa y más leve que las pardas plumas con que se engalana, funden y conciertan sus tintas la blanca tez limpia y fresca, los ojos garzos, más cariñosos que apasionados, la boca sonrosada y carnosa, la rizada valona, traher ominoso que emboza el cuello, esconde su morbidez y mata la viveza juvenil del busto, el fondo oliváceo y el paño aceituní del vestido.
Serafín Estébanez Calderón. (1799-1867) en Escenas andaluzas, lo deja que “ni figa, ni pansa” y además se inventa un tejido antiguo, el “entray”: Sus calzas de entray atacadas a rico jubón colorado, capa palmilla revuelta al brazo, e gorra aceituní con sendas plumas blancas e negras, bien demostraba que aquel gentil hombre presumía de caballero, bien que el no calzar borceguíes bermejos, tachonados con sendas espuelas, aína decía no haber alcanzado tanta honra.
Claramente el correcto sentido del vocablo se había perdido.

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